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Si eres fan de los clásicos stilettos, estoy segura de que ya conocerás a uno de los grandes diseñadores de calzado de la historia internacional. Igual en este momento se te está viniendo más de un nombre a la cabeza, pero ya si te nombro sus icónicas suelas de color rojo, las dudas se disipan. Por supuesto, estoy hablando de Christian Louboutin, uno de los grandes creadores de tendencias en lo que a calzado se refiere.
Origen y primeros años del diseñador
Christian nació en París el 7 de enero de 1963, hijo de una ama de casa y de un ebanista. Desde niño, fue un gran apasionado del dibujo y su rebeldía le llevó, no solo a ser expulsado varias veces de sus estudios, sino también a codearse con artistas coetáneos en todo tipo de fiestas.
Sus primeros contactos con el calzado llegaron a través de su interés por la moda africana, tras una exposición en el Musée National des Arts d’Afrique et d’Océanie. Pero se hizo oficial cuando, ligado a su gusto por el baile, se convirtió en diseñador oficial del Music-Hall de París.
Todo esto le llevó a, tras su regreso a París tras una escapada a Egipto en el año 1981, de donde traía una carpeta con numerosos diseños de zapatos con tacones de gran tamaño, a ser contratado, primero, por Charles Jourdan, para posteriormente pasar a convertirse en aprendiz de Roger Vivier.
Pero esto solo marcaría el comienzo de su experiencia en el mundo de la moda. Aunque antes de lanzarse de lleno a la aventura de diseñar sus propias creaciones, Christian decide descansar durante un tiempo de este sector.
Desde sus pinitos como diseñador de zapatos hasta la fundación de su propia firma
Gracias a los éxitos que había ido cosechando con las creaciones que el diseñador presentaba con otras firmas, Louboutin se aventuró a comenzar su andadura como freelance, realizando encargos para grandes compañías del sector como Chanel o Yves Saint Laurent.
Pero su gran momento no llegó hasta el año 1991, cuando decide crear su propia empresa. Y su estreno no pudo ser más acertado, ya que una de sus primeras clientas no fue otra que la propia princesa Carolina de Mónaco.
Aunque no ha sido la única personalidad importante que ha apoyado el trabajo del diseñador francés a lo largo de su carrera, también han apostado por un par de stilettos firmados por el mismo otras famosas como Madonna, Jennifer López, Christina Aguilera, Sarah Jessica Parker o Britney Spears.
Otra de las fechas más importantes en la historia de la firma y del propio diseñador fue, sin duda, el año 1992, momento en el que las suelas de sus zapatos se tiñen de su icónico color rojo.
Aunque no es la única seña de identidad de sus creaciones, ya que podemos ver cómo estas están caracterizadas por múltiples tipos de decoraciones como plumas, lazos o cuero, siempre llamativos y listos para ser lucidos en grandes ocasiones especiales.
En el año 1993, su expansión comienza a ser internacional, abriendo su primera tienda propia en la ciudad de Nueva York.
En 1995, colabora con otras grandes compañías en el diseño de calzado para sus colecciones, como por ejemplo para Jean Paul Gaultier, Givenchy o Lanvin, entre otras.
Pero lejos de estancarse, ya inmersos en pleno siglo XXI, la compañía comienza a diversificar su negocio, apostando por el mundo de la cosmética, en un primer momento con esmaltes de uñas para, posteriormente, lanzarse también a la creación de pintalabios.
Sin duda, un gran creador, no solo de calzado como tal, sino también de un estilo personal inigualable. Y es que, los tacones de aguja de suela roja son su seña de identidad y el deseo de muchos amantes de la moda.
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