Comer carne: ¿sí o no?.

Un debate muy común estos últimos tiempo, sobre todo tras las declaraciones del Ministro de Consumo y del Presidente del Gobierno de España, es la necesidad, o no, de disminuir el consumo general de carne por persona, no solo por razones de salud, sino también como un medio para conseguir la sostenibilidad medioambiental tan necesaria.

Como en todo tipo de discusión, hay partidarios y detractores de las medidas propuestas para conseguir llevar a cabo este proceso. Yo no tengo ni los conocimientos ni la potestad para posicionarme, de manera pública, hacia una postura u otra, pero sí puedo presentaros una serie de argumentos a favor y otros en contra relacionados con el consumo de carne, para que vosotros mismos podáis sacar vuestras conclusiones.

¿Estáis listos para comenzar el debate? Vamos a ello.

Beneficios asociados al consumo carne

A pesar de lo que pueda parecer actualmente, consumir carne no supone únicamente cosas negativas, ya que este tipo de alimentos ofrece algunos de los nutrientes imprescindibles para nuestro organismos, los cuales solo podemos conseguir del reino vegetal a través de la combinación de distintos productos en las cantidades determinadas. Y es que la carne animal nos ofrece el aporte necesario de los siguientes compuestos:

• Hierro: la carne es el único ingrediente que es capaz de aportarnos hierro hemínico, es decir, el que contiene nuestra sangre. Se trata del tipo de hierro más beneficioso para nuestro cuerpo, ya que se obtiene en mayor cantidad, se asimila más fácilmente y ayuda a asimilar también el hierro de otros alimentos.
• Proteínas: se trata del compuesto necesario para que nuestro organismo cree sus propias proteínas.
• Vitamina B12: la carne es el único alimento capaz de aportar este tipo de vitamina, por esta razón, las personas veganas o vegetarianas estrictas deben consumir suplementos de vitamina B12 para evitar tener un déficit de la misma.

¿Qué riesgos puede suponer consumir carne?

A pesar de los beneficios que encontramos asociados al consumo constante de carne y a pesar de que nuestro organismo se ha acostumbrado a alimentarse a base de estos ingredientes desde hace millones de años, en la actualidad el consumo es tan masivo que pueden aparecer efectos adversos.

Según diversos estudios, los españoles comemos hasta dos veces por semana carne roja fresca, y casi a diario carne procesada. Además, en total, sin tener en cuenta el animal del que procede la carne, el consumo medio de carne por persona y día es de 108 gramos, lo que equivale a 39,4 kg al año por persona. Si tenemos en cuenta que según la comisión EAT The Lancet el consumo aconsejado para mantener una alimentación sostenible es de 43 g al día, o lo que es lo mismo, 16,6 kg al año, podemos percatarnos de que las cifras se duplican.

Este consumo excesivo puede derivar en el desarrollo de determinadas enfermedades cardiovasculares como la obesidad y el colesterol, así como algunas otras. De este modo, cabe destacar que un consumo de carne tal como el que se lleva a cabo en la actualidad en nuestro país puede llegar a suponer una serie de peligros para nuestra salud:

• Acidificación: para poder descomponer la proteína de la carne nuestro cuerpo necesita un entorno muy ácido. Sumado a esto encontramos que este proceso genera residuos y una serie de trastornos, como son la acumulación de ácido úrico, las putrefacciones intestinales, el estímulo en exceso del sistema endocrino y del nervioso y la sobrecarga de determinados órganos.
• Deficiencia de calcio: debido a la necesidad de un entorno ácido, el organismo tira del calcio de los huesos para compensar el nivel de pH, lo que se traduce en un déficit de este mineral y en la posible aparición de problemas asociados a esta situación, como la osteoporosis.
• Grasas saturadas: aunque se necesita en pequeñas dosis, un exceso de este tipo de grasas puede favorecer el incremento de triglicéridos y de colesterol malo, lo que se puede traducir en la aparición de ciertas enfermedades cardiovasculares.
• Por último, cabe destacar que la carne que encontramos en algunos supermercados está extremadamente procesada y contiene aditivos, medicamentos y hormonas perjudiciales para nuestra salud.

¿Cómo afecta el consumo actual de carne al medio ambiente?

Pero el alto consumo de carne no solo puede llegar a ser perjudicial para nuestro organismo, sino que además es capaz de crear consecuencias nefastas para el medio ambiente, basado principalmente en tres aspectos:

• Por un lado, el exceso de consumo requiere de una excesiva producción, lo que puede traducirse en una sobreexplotación animal.
• Por otro lado, según ciertos estudios, aproximadamente el 80% de la deforestación de la Amazonia, con todo lo que ello conlleva, se debe a la actividad agraria, ya sea para ofrecer espacios para la ganadería o bien para conseguir piensos para los animales.
• Por último, todo el proceso de producción de carne para el consumo humano supone un gasto excesivo de agua, así como una importante emisión de gases de efecto invernadero. El resultado negativo directo de esta industria se debe a la ya mencionada deforestación, al exceso de excrementos de ganadería industrial y al transporte de mercancías y animales durante todas las fases del proceso, desde el inicio hasta que se llevan los productos cárnicos a los supermercados.

Ahora creo que ya estás más preparado para ser tú quien responda la pregunta: comer carne, ¿sí o no?