La importancia de la salud bucal.

Ya veréis la importancia de la salud bucal. El pasado 20 de marzo se celebró el Día Mundial de la Salud Bucodental y nunca es tarde para recordar la importancia de mantener una correcta higiene y la boca y los dientes sanos y cuidados de forma constante.

Es primordial no solo porque a través de la cavidad oral llevamos a cabo múltiples funciones esenciales para el organismo, como el proceso de masticación y posterior deglución o la fonación para poder comunicarnos; sino que además una boca en mal estado puede conllevar otra serie de riesgos para la salud.

Claves para una buena salud bucodental

Es básico tener salud e higiene bucal, no solo por la prevención de riesgos superiores, sino porque en ocasiones una boca y unos dientes en mal estado pueden suponer una gran pérdida de autoestima y, de ese modo, influir en la conducta y en las relaciones interpersonales.

Por eso, es importante seguir una serie de pautas que nos aseguren una buena higiene y una correcta salud de esta zona tan importante.

• Nos lo dicen en el dentista desde pequeños, pero siempre es importante recalcar que debemos cepillarnos los dientes todos los días, unas tres veces durante tres minutos. Debemos hacerlo mediante movimientos cortos y suaves, pasando por todos los dientes y muelas, no solo por la parte frontal, sino también por la zona interna y la base de las muelas. También debemos prestar atención al cuidado de las encías y de la lengua, puesto que puede acumular suciedad y bacterias.

En ocasiones es difícil seguir el ritmo de tres cepillados diarios, ya que mucha gente, debido a su trabajo, come fuera de casa. En estos casos podemos optar por un cepillo de dientes de viaje y una pasta de tamaño mini, caben en cualquier sitio y ejercen la misma función.

• El cepillo es una de las piezas clave de la limpieza bucodental, es importante cambiarlo de manera regular, teniendo en cuenta que los expertos aconsejan hacerlo una vez cada tres o cuatro meses.
• Pero no solo es necesario un buen cepillo de dientes, sino también el uso de otros elementos que ayudan a llevar a cabo una limpieza más profunda. La elección del dentífrico también es imprescindible, convenientemente uno con flúor, puesto que ayuda a que los dientes se mantengan fuertes, a la par que evita la aparición de caries.

El hilo dental también es un básico de la higiene bucal, es capaz de llegar a aquellas zonas donde el cepillo no puede. Por esta razón, los expertos recomiendan utilizarlo una vez al día, con cuidado y evitando dañar las encías.

El último producto imprescindible son los colutorios y enjuagues bucales, ya que son capaces de proteger la boca de todo tipo de bacterias.

Hasta aquí los pasos a seguir en nuestra propia casa para mantener una correcta higiene de dientes y boca, pero también es importante acudir a profesionales de manera regular:

• Debemos hacer una revisión anual para analizar el estado de la cavidad bucal.
• También es aconsejable someterse a una o dos limpiezas profesionales al año, ya que a pesar de lavarnos los dientes a diario, es necesario conseguir una higiene profunda de vez en cuando.

También debemos tener en cuenta otros aspectos importantes para mantener la salud bucal, como aquellas sustancias que pueden empeorar el aspecto de los dientes, siendo estas el tabaco, el alcohol, el vino tinto, el café o determinados medicamentos, entre otros.

El estrés también afecta la salud bucal, ya que a causa de esto muchas personas sufren lo que se conoce como bruxismo, que consiste en apretar los dientes unos contra otros, suponiendo no solo sobrecarga muscular, sino también problemas en el esmalte.

Por último, es importante tener en cuenta que las encías sanas no sangran al lavarse los dientes, por lo que el sangrado puede suponer algún tipo de dolencia y es conveniente visitar a un dentista.

Prevención y tratamientos necesarios

Además de las revisiones anuales y las limpiezas profundas, también son necesarios, en ocasiones, una serie de tratamientos que mantengan la cavidad bucal en perfecto estado, principalmente los siguientes:

• Eliminación de caries: supone la sustracción del tejido afectado y la consiguiente colocación de una obturación dental en la cavidad que surge.
• Endodoncia: consiste en retirar la carnosidad de un diente y rellenarlo, con el fin de no necesitar una completa extracción de la pieza.
• Extracción de dientes: hay ocasiones en las que una endodoncia no llega a tiempo y es necesario retirar una pieza.
• Implantología oral: en ocasiones, tras la extracción de una pieza conlleva la colocación de una nueva, a modo de implante.
• Ortodoncia: aparato dental que corrige la alineación o una mala posición de los dientes.
• Otro tipo de intervenciones estéticas que puedan mejorar la apariencia de la boca.

Enfermedades que pueden ser causadas o agravadas por una mala salud bucal

Pero la salud bucal no solo conlleva una boca y unos dientes sanos y estéticos, sino que además podemos evitar la aparición de otros problemas en el resto del organismo.

• Relación de la salud bucal con problemas cerebrales: determinadas bacterias pueden provocar algunas enfermedades en las encías que, a medio-largo plazo, pueden llevar a ocasiones ciertos problemas cerebrales.
• Relación de la salud bucal con problemas del corazón: algunos problemas bucales asociados al sarro, como la gingivitis o la periodontitis, pueden incrementar el riesgo de sufrir algunos problemas cardiovasculares.
• Relación de la salud bucal con el cáncer: hay ciertos estudios que apuntan que es posible la existencia de una relación entre determinados problemas bucodentales con un incremento en el riesgo de padecer cáncer de páncreas.

¿Entiendes ahora la importancia de mantener una correcta higiene bucal y seguir una pauta establecida de visitas a este tipo de profesionales?