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Es súper importante incluir vitamina C en nuestra alimentación. Este nutriente es esencial para el normal funcionamiento del organismo, además nos ayuda a mantenernos fuertes y jóvenes.
Los expertos en salud aconsejan ingerir un suplemento de vitamina C y hoy te diré cuáles son las razones por las que debes tener en cuenta estas recomendaciones.
Vitamina C: Alimenta tu salud
La vitamina C o ácido ascórbico es una vitamina hidrosoluble que se encuentra en algunos alimentos. Dentro de sus principales funciones destaca su capacidad de reparar y regenerar los tejidos. Asimismo, se encarga de:
- Bloquear los daños causados por los radicales libres y prevenir el deterioro oxidativo de las células.
- Sanar heridas y formar tejido cicatricial rápidamente.
- Intervenir en la síntesis de proteínas (colágeno) para el desarrollo de ligamentos, cartílagos, vasos sanguíneos y piel.
- Favorecer el metabolismo energético del organismo.
- Apoyar el correcto desempeño de las actividades inmunológicas.
- Favorece la absorción del hierro.
Es importante que tengáis en cuenta que el cuerpo por sí solo no puede producir la vitamina C, ni tampoco almacenarla. Por lo que es vital incluir en la dieta alimentos que contengan este nutriente.
Diferentes estudios científicos han demostrado que las personas que toman suplementos de vitamina C, corren menor riesgo de contraer resfriados en la época de invierno. Considerándose, el mejor aliado para combatir las infecciones respiratorias en niños y adultos.
Signos de deficiencia
Un bajo consumo de Vitamina C puede provocar síntomas de deficiencia como:
- Anemia.
- Encías sangrantes.
- Disminución de la capacidad natural del organismo para recuperarse de infecciones o trastornos virales.
- Pérdida de cabello.
- Tendencia a la formación de hematomas.
- Debilitamiento en el esmalte dental.
- Dolor e inflamación de las articulaciones.
- Sangrado nasal.
- Decaimiento, cansancio y fatiga.
- Piel áspera, reseca y altamente descamativa.
Fuentes alimenticias de Vitamina C
Todas las frutas y verduras contienen alguna cantidad de vitamina C. Sin embargo, los más ricos son: naranja, piña, melón, kiwi, piña, papaya, mango, fresa, frambuesa, mora, arándanos y sandía.
Mientras que en la gama de los vegetales destacan el brócoli, coliflor, tomate, patata, espinaca, repollo, pimientos rojos y verdes. Algunos cereales también vienen enriquecidos con fibra y vitamina C.
Almacenar los alimentos ricos en vitamina C durante un período largo de tiempo o ponerlos a cocer, puede reducir el contenido de dicho nutriente. Evita ponerlos en el microondas o hervirlos. Por el contrario, opta por las frutas y las verduras crudas.
Beneficios de consumir vitamina C
Como ya mencionaba la vitamina C es la responsable de estimular el sistema inmune y activar la producción de colágeno. Esto hace que nos mantengamos sanas y con una piel radiante, pero se suman otros beneficios:
Ayuda a retrasar el envejecimiento
Gracias a poderosa acción antioxidante, la vitamina C neutraliza los radicales libres. Estos son los principales causantes del envejecimiento. A parte, ayuda a reestructurar los tejidos dérmicos desde su interior, promoviendo la desaparición de las arrugas y otros signos de la edad.
La vitamina C activa la circulación en la piel facilitando la absorción correcta de los cosméticos hidratantes. De esta forma, la dermis conserva la textura y el brillo propio de una piel saludable.
Cabello fuerte y sedoso
El ácido ascórbico refuerza los folículos capilares para evitar la caída del cabello y favorecer su sano crecimiento. Igualmente, reduce la resequedad, repara las puntas abiertas y sus propiedades antisépticas ayudan a eliminar las bacterias causantes de la caspa y la seborrea.
El cabello no es el único favorecido, el consumo diario de este nutriente contribuye a tratar las uñas débiles y quebradizas, promoviendo el aumento de su resistencia para mantenerlas sanas.
Protege la piel del sol
Tomar vitamina C complementa la acción protectora de los productos con filtros solares. ¿Cómo lo hace? Fortalece las defensas naturales de la piel y reduce la producción de melanina, atenuando las manchas provocadas por el sol.
Disminuye el cansancio y la fatiga
Otro beneficio es su acción potenciadora la absorción del hierro, esta acción aporta la vitalidad necesaria para enfrentar las actividades diarias y hace que la dermis luzca más radiante y energizada.
De igual manera, el ácido ascórbico forma parte del proceso metabólico del organismo. Su función es la de transportar los lípidos a la mitocondria, allí se transforman en energía, logrando la quema de grasa y la pérdida de peso corporal.
Cicatriza las lesiones del acné
Si sufres de acné, no dudes en incluir vitamina C en tu dieta. Este nutriente tiene el poder de desinflamar la piel y reemplazar los tejidos dañados por el acné, moretones, cortaduras o rasguños.
Dato importante
La OMS recomienda no sobrepasar la dosis de 2000 mg de vitamina C al día, ya que podría provocarte diarrea y otros trastornos estomacales.
La dosis diaria recomendada en la dieta depende del sexo y la edad de cada persona. No obstante, otros factores como las enfermedades o el embarazo, son también influyentes. Visita tu médico y consúltale cual es la dosis de vitamina C adecuada para ti.
Debes saber que la mejor forma de obtener los requerimientos diarios de vitaminas esenciales, es consumiendo una dieta equilibrada que contenga una gran variedad de alimentos, sobre todo que la mayoría de estos sean ricos en vitamina C.
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