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Las zapatillas de seguridad brindan la protección que se necesita en el calzado mientras se llevan a cabo las tareas propias de cada puesto de trabajo. En este artículo, se indican las características que debe tener este tipo de zapatos para mantener los pies a salvo de cualquier daño sin renunciar al confort
Las zapatillas de seguridad han evolucionado mucho para adaptarse mejor a las necesidades de los diferentes trabajos, añadiendo un extra de comodidad. Lejos quedaron esos zapatos rígidos y pesados que hacían que, aunque fueran seguros, llevarlos se convirtiese en una auténtica tortura.
Características que deben tener las zapatillas de seguridad
Para tener la garantía de que el calzado de seguridad va a resultar lo suficientemente confortable cuando vayan pasando las horas de la jornada laboral, deben cumplir con una serie de características.
En primer lugar, se tienen que elaborar con materiales transpirables. De este modo, se asegura que la humedad no se acumule, lo cual puede provocar diferentes molestias, desde incomodidad y mal olor hasta la aparición de hongos.
En segundo lugar, deben contar con punteras de seguridad duraderas que protejan frente a golpes u objetos pesados que puedan caer sobre los pies. Asimismo, tienen que estar fabricados con suelas antideslizantes, ser muy ligeras y resistentes. Por último, debe brindar protección acolchada a la altura de los tobillos.
Una vez que se tienen varios modelos que cumplen con estas características, para elegir el modelo más adecuado para cada persona y las actividades que realiza en su día a día, habrá que prestar atención a otros valores, como la ergonomía. Las zapatillas de seguridad, al igual que cualquier otro calzado, debe ajustarse perfectamente a los pies para evitar posibles lesiones o roces al caminar o tras permanecer muchas horas de pie.
En definitiva, ha de tratarse de un calzado que cuente con los refuerzos que hacen que sean seguros, además de ser livianos, flexibles, cómodos y aptos para las condiciones más extremas. Por supuesto, también deben cumplir con la normativa internacional específica de cada trabajo.
Una herramienta para el cuidado de la salud
Según la Instituto Nacional de Estadística (INE), el 15,19 % de los accidentes laborales en España afectan a los pies, un porcentaje que va creciendo cada año. El calzado laboral es, por tanto, una necesidad, una herramienta para conservar la salud de los trabajadores. En este sentido hay que insistir en que las zapatillas de seguridad no solo deben cumplir con la normativa vigente, sino que tienen que considerar otros factores, como el confort y la salud de los pies a largo plazo.
Las cifras así lo confirman, los zapatos de seguridad no son un asunto que pueda tomarse a la ligera. De hecho, según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el 30 por ciento de las reclamaciones de incapacidad tienen que ver con lesiones de pie.
Las consecuencias de no usar zapatillas de seguridad pueden ser de carácter leve, como ampollas, o de carácter más grave, pero siempre van a afectar a la productividad del empleado. Algunos accidentes por no usar un calzado adecuado pueden acarrear cortes y dedos rotos, quemaduras, descargas eléctricas, esguinces, fracturas…
Una de las lesiones más habituales que se sufren como consecuencia de no usar un calzado de seguridad apropiado son las del empeine y los cortes en el metatarso. No obstante, hay que volver a incidir en la necesidad de que los zapatos, por mucha puntera y metal que tengan para proteger, no deben resultar molestos ni pesar en exceso. Esto daría lugar a otro tipo de lesiones y bajaría el rendimiento productivo.
Otras características necesarias según el trabajo a desempeñar
En dependencia del trabajo que se realice, para evitar clavarse objetos punzantes del suelo, también será necesario que el calzado cuente con las plantas anti perforación no metálica. Este tipo de zapatos resultan adecuados para evitar que metales y otros objetos perforen la suela y lleguen a dañar el pie sin añadir al zapato un peso extra.
Así mismo, hay otro tipo de trabajos en los que resulta habitual sufrir de cortes por el uso de herramientas muy afiladas. Para evitar daños en los pies, las zapatillas de seguridad utilizadas deben contar con refuerzos exteriores de cuero espeso.
Como se ha podido comprobar a lo largo de este artículo, las consecuencias de no utilizar un calzado de seguridad adecuado son nefastas tanto para los trabajadores, que ven perjudicada su salud, como para los empresarios, por ver reducida su productividad. Además, también suponen un alto coste para la Seguridad Social perfectamente evitable.
2 COMMENTS
Bohemian Culture
2 años agoBuen post
Alejandra
2 años agoMuchas gracias 😉