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Puede que no sea uno de los nombres más reconocidos a pie de calle, pero lo cierto es que Manuel Pertegaz es, sin duda, uno de los diseñadores de moda españoles más reconocidos de todos los tiempos. Una carrera plagada de éxitos, con una firma de Alta Costura, que se unió a la tendencia del prêt-à-porter sin dejar a un lado la sofisticación, que llegó a todos los puntos del planeta y culminó de la mejor forma posible.
Una vida que tienes que conocer y que te voy a contar a continuación.
Primeros años en el mundo de la moda como aprendiz
Manuel Pertegaz Ibáñez nació en el año 1917 en Olba, Teruel, aunque no está muy clara la fecha concreta de su nacimiento.
Pasó sus primeros años en el campo, en el seno de una familia humilde y con solo diez años se mudaron a Barcelona. Fue allí donde aún siendo niño, comenzó a trabajar como chico de los recados de una pequeña tienda, para dos años después empezar a aprender el oficio de sastre en el Taller Angulo. En este lugar, un jovencísimo Pertegaz, se dedicaba a la sección de moda masculina, pero un día que sus compañeros no se encontraban en el taller, se animó a terminar el abrigo encargado por una clienta y tal fue la satisfacción de ambos, que decidió que la moda femenina era realmente su pasión, empezando a coger experiencia a través de encargos de sus familiares y amigas de la familia.
Fundación de su marca homónima y otros hitos de la carrera del diseñador
En el año 1942, Manuel Pertegaz fundó su propia casa de Alta Costura, presentando su primera colección en un pequeño local de la Avenida Diagonal que funcionaba como su taller.
Tal fue el éxito cosechado en los primeros años de su negocio, que tan solo seis años después, se animó a abrir su primera boutique en la capital española.
Pero su expansión no hizo más que comenzar, una firma que llegaría a los puntos más recónditos del globo, comenzando en 1954 con el asentamiento estadounidense, llegando a vender sus diseños en tiendas de Atlanta, Boston, Filadelfia y Nueva York.
Para finales de la década, sus creaciones llegaban a todo tipo de ciudades alrededor del mundo, desde Gran Bretaña, hasta Canadá, pasando por Suiza, Venecia, Copenhague, Santiago de Chile y hasta El Cairo.
Era considerado, por aquel entonces, uno de los grandes diseñadores del momento, a la altura de grandes nombres de la industria como Balenciaga, Chanel o Dior.
Y tras la muerte de este último, le ofrecieron el puesto de director creativo de esta increíble casa de modas. Pero tras rechazarlo, se dio cuenta de que fue la mejor decisión que podía tomar, puesto que las mujeres de la alta sociedad de nuestro país, dejaron de lado la moda francesa, para comenzar a encargar sus diseños al propio Pertegaz, quien creaba looks completos para ellas.
Dedicado siempre a la Alta Costura, uno de los grandes cambios que vivió la firma española llegó en el año 1970, cuando la tendencia del prêt-à-porter se instaló de manera global, teniendo que adaptar sus diseños a esta nueva línea de ropa. Pero el éxito seguía asegurado mientras el lápiz estuviese en la mano de Pertegaz.
Lejos de frenar su extensión, la firma española siguió ampliándose, no solo a nivel territorial, sino también en lo que a mercados se refiere. Entre 1965 y 1982, lanzó sus tres perfumes y fue en ese momento en el que visitó, como invitado especial, importantes eventos en países de lo más variopintos, desde Japón hasta México.
1992 fue un año clave para la historia de España, la celebración de la Expo de Sevilla y de los Juegos Olímpicos de Barcelona, y para este segundo gran evento, Pertegaz diseñó el look que luciría la modelo Pat Cleveland en su inauguración.
Siguió diversificando su negocio, presentando su primera colección de moda masculina en el año 1997.
Contaba ya con décadas de experiencia y grandes historias a sus espaldas cuando, en 2004, coronó su carrera. Y nunca mejor dicho, puesto que la pieza culmen para su impecable currículum fue el diseño del traje de novia de la que hoy en día es la Reina Letizia.
Todos estos grandes momentos fueron acompañados, por supuesto, por un sinfín de reconocimientos, tanto a nivel nacional como internacional.
Tras una vida exitosa, impecable y plena, Manuel Pertegaz fallece en la ciudad que le vio crecer como artista, Barcelona, el 30 de agosto de 2014.
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