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Si hablamos de moda española del siglo XXI, no podemos olvidarnos de uno de los grandes diseñadores del nuevo milenio, que apareció para dar un lavado de cara al sector con la llegada del “efecto 2000”.
Tristemente, a causa de una dura enfermedad, su carrera fue corta, pero sin duda, dejó una gran huella, no solo a través de los documentos gráficos y diseños que nos dejó, sino con su increíble legado.
A continuación, os cuento un poco sobre la historia de este joven gran diseñador, ¿me acompañas a conocerla?
Primeros años ligados al mundo del arte
Diego David Domínguez González nació el 2 de noviembre de 1970 en Ronda, en la provincia de Málaga.
Antes de convertirse en diseñador de moda, ocupación por la que se convirtió en una persona conocida a nivel nacional e internacional, David estuvo siempre ligado al mundo del arte, primero como pintor y luego como actor.
Estuvo muy ligado al mundo de la cultura underground madrileña del momento, herencia de la mítica Movida Madrileña, tanto a nivel social y artístico, como en lo que a estilismo se refiere.
Su primer contacto con el mundo del diseño de moda comenzó en el año 1999, cuando dentro de sus creaciones artísticas, optó por aplicar determinadas técnicas de pintura sobre algunas prendas de estampado militar.
Gracias al resultado obtenido con estas creaciones, un joven David se lanzó a la aventura de crear su propia marca de moda.
Creación de la marca David Delfín
Pero el lanzamiento de su propia firma, denominada David Delfin, no fue algo que el malagueño hiciera en solitario, sino que se trató de una colaboración con otros artistas multidisciplinares como los hermanos Postigo, Deborah, Diego y Gorka, y la modelo y gran amiga del diseñador, Bimba Bosé.
Esta aventura comenzó en el año 2001, aunque sus diseños se subieron por primera vez a la pasarela un año más tarde, concretamente durante la Semana de la Moda de Madrid en 2002, con la colección Cour des miracles. Esta primera “presentación en sociedad” fue toda una declaración de intenciones y un evento de lo más polémico. Pero esto no hizo que su trabajo frenase, llegando a conseguir, tan solo un año después, el premio L’Oreal de dicha pasarela, un reconocimiento al mejor joven diseñador del momento.
La clave de la firma, a nivel estilístico, fue sin duda la creación de prendas con un discurso propio, dirigidas a mujeres que tenían algo que comunicar, combinado con un llamativo logotipo y una tipografía de lo más reconocible.
Fue todo un pionero, ya que fue uno de los primeros diseñadores de nuestro país que trató el término de moda genderless.
Reivindicativo a lo largo de toda su carrera, la cual se vio truncada por una grave enfermedad que le diagnosticaron en el año 2016 y que tristemente terminó con su vida el 3 de junio de 2017.
En el recuerdo siempre quedarán sus creaciones, su icónico estilo y su gran actitud en todo momento.
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