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Quien diga que el estilo urbano no puede estar considerado como moda de lujo es que no conoce el trabajo de Virgil Abloh. Fundador de una de las firmas más importantes del siglo XXI, Off-White, además de artista multidisciplinar, el diseñador estadounidense amenazaba con convertirse en el nuevo Karl Lagerfeld, pero tristemente su carrera se vio afectada por una temprana enfermedad. Aún así, el legado que ha dejado le ha llevado a posicionarse entre una de las 100 personas más influyentes del mundo, gracias a sus impresionantes creaciones.
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Primeros años hasta su primer contacto con el mundo de la moda
Nacido en Rockford, en el estado de Illinois, el 30 de septiembre de 1980, de ascendencia ghanesa, Virgil Abloh comenzó su relación con el mundo de la moda desde muy temprana edad, dado que su madre era costurera. Pero, a pesar de esto, optó por estudiar Ingeniería Civil en la Universidad de Wisconsin, tras lo cual amplió sus estudios con un Máster de Arquitectura en el Illinois Institute of Technology, lugar donde conoció al rapero Kanye West.
Este sería quien le empujó al mundo de la moda, ya que fue con él con quien empezó a trabajar en la firma de moda italiana Fendi, comenzando así a conocer más a fondo este sector, acudiendo por primera vez a la Semana de la Moda de París.
Majestuosa carrera truncada por una dura enfermedad
En el año 2012, momento hasta el que se encontraba trabajando como director creativo de la agencia del propio West, decide embarcar su carrera en solitario, fundando así su primera marca Pyrex Vision.
Pero, el gran salto a la fama de Virgil llegó tan solo un año después, cuando lanza al mercado su firma Off-White, mundialmente conocida en la actualidad. En ella, plasmó su propio estilo, obtenido de la cultura urbana que le rodeó durante los primeros años de su vida, pero aportando un toque de distinción a sus prendas, consiguiendo así elevar el urban street style a la categoría de lujo.
Pero lejos de conformarse con su propia compañía, Abloh siguió avanzando en su meteórica carrera, llegando a convertirse en director creativo de la línea masculina de Louis Vuitton en el año 2018.
Su vida iba viento en popa, tanto a nivel personal como laboral, ya que además de sus puestos como diseñador en ambas firmas, compaginaba este trabajo con otros proyectos como diseñador de muebles para Ikea, disc jockey en el festival Lollapalooza o artista con su propia exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago.
Además, en cuanto a su carrera como diseñador, llegó a colaborar con otras grandes firmas del sector como por ejemplo Nike, Moncler, Timberland o Jimmy Choo.
El 28 de noviembre de 2021, cuando el diseñador contaba con tan solo 41 años de edad, recibimos la triste noticia de su fallecimiento a causa de un cáncer muy agresivo.
Pero su corta vida no supuso un impedimento para que su legado perdure en la historia de la moda internacional como “El Rey del Streetwear”.
Una de sus frases más icónicas resume como el diseñador veía la relación entre el estilo urbano y la moda de lujo: “No tengo que elegir entre alta costura o streetwear. Mi marca me recuerda que no tiene por qué caber en una caja. Solo puede estar en un área gris».
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