Jean Paul Gaultier, el enfant terrible de la moda francesa

Jean Paul Gaultier es, sin lugar a dudas, uno de los grandes de la moda de nuestros días. Su dualidad, como uno de los grandes de la Alta Costura a través de su estilo callejero, hizo que se convirtiese en uno de los favoritos de los jóvenes a lo largo de los años.

Estilo rompedor, llamativo, atrevido, capaz de diseñar un corsé para ser lucido a la vista y apostar por prendas que desafiaban las tan estrictas, por aquel entonces, normas de género.

Uno de los grandes ejemplos de los cambios tan repentinos como necesarios en la moda actual que, sí o sí, debes conocer. A continuación, un breve repaso por su historia y por el legado tan increíble que nos ha dejado.

Breve biografía y primeros años en el mundo de la moda

Jean Paul Gaultier nació en el año 1952 en los suburbios de París, hijo de una cajera y un contable, sin hermanos. Creció al lado de su abuela, peluquera de profesión, a la que acompañaba en sus jornadas de trabajo, donde disfrutaba de las grandes revistas de moda de la época. Esto fue su primera relación con el mundo de la moda, así como alcanzó sus primeras nociones de este increíble sector.

Autodidacta, ya a los 13 años comenzaba a maquinar impresionantes diseños para su madre y su abuela, llegando a mandar algunos de sus bocetos a los grandes diseñadores de la época.

Pierre Cardin vio el gran potencial de Gaultier y le ofreció un trabajo como asistente en el año 1970, utilizando este hecho como formación para su profesión.

Jean Paul se vio influenciado en su labor como diseñador por el propio Cardin, así como de otros diseñadores como Yves Saint Laurent.

Tras años dedicándose de manera íntegra al mundo de la moda, en el año 1976 se aventuró a lanzar su propia marca homónima, ayudado por su pareja, Francis Menuge.

Fundación de la casa de moda francesa Jean Paul Gaultier

En el año 1976, como se comentaba anteriormente, un joven Jean Paul Gaultier, con la ayuda de su compañero sentimental, presentó su primera colección oficial en París. Tal fue el éxito de su nueva firma que, poco tiempo después, recibió el apoyo financiero de la empresa de moda japonesa Kashiyama.

Uno de los grandes hitos de la marca francesa llegó en el año 1983, cuando el diseñador tomó la clásica prenda interior femenina, los corsés, para utilizarla como pieza clave de una de sus icónicas colecciones.

Fue, sin duda, un anticipado a su época y es que ya en el año 1985, Gaultier diseñó faldas para su público masculino, algo impensable en aquella época.

1990 fue un año duro para el modisto y es que en aquel momento perdió a su inseparable compañero de vida, Francis. Pero esto no hizo que parase su ambición ni su trabajo y ese mismo año diseñó uno de sus looks más icónicos, lucido por la gran Madonna, un sujetador en forma de cono cubierto por un traje de corte masculino.

Años más tarde, el diseñador francés abrió un nuevo mercado hacia el sector de la perfumería, para posteriormente ampliar su marca a líneas infantiles.

Entre 1999 y 2011, fue director creativo de otra gran firma francesa, Hermès. Además, en esta época, también dedicó gran parte de su trabajo al diseño de vestuario para cine, el cual se pudo disfrutar, parcialmente, en una increíble exposición este año en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Icónico estilo de su firma homónima

Si hablamos del estilo de Jean Paul Gaultier se nos vienen a la cabeza sus ya mencionados corsés y sujetadores, pero también sus jerséis de rayas de estilo marinero y las faldas masculinas.

Su pasión por recalcar las siluetas se ve claramente, no solo en sus diseños, sino también en los frascos de sus fragancias.

Pero, sin duda, el gran legado del diseñador francés, cuyo estilo siempre ha estado marcado por el desenfado, el atrevimiento, con influencias punk, ha quedado plasmado en el cine, en grandes películas como La ciudad de los niños perdidos o El quinto elemento.

También han sido muchas las caras conocidas que han decidido lucir sus increíbles modelos fuera de la pantalla.

Uno de los nombres clave de la moda actual, caracterizado por la innovación, la atemporalidad y la moda sin género. Y es que, como bien aseguraba el diseñador, “es hermoso ser lo que eres”.