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Es un hecho que la moda ha ido cambiando y adaptándose a las circunstancias a medida que el tiempo ha pasado. Y es que, además de la aparición continua de nuevas tendencias, las prendas han tenido que ir modificándose en función del uso que se le da, no es lo mismo vestirse para las cenas de gala de la época victoriana, que para ir a trabajar o a hacer deporte en la actualidad.
Del mismo modo, las prendas íntimas también han ido modificándose y adaptándose a las prendas exteriores. Hoy en día, dado que muchas prendas se lucen ceñidas al cuerpo, las prendas interiores son más ligeras y ajustadas. Y así es cómo ha nacido la lencería masculina.
Si quieres conocer cómo se ha ido adaptando, con el paso de los años, esta prenda interior hasta llegar a convertirse en lo que es hoy en día, no te puedes perder lo que te vengo a contar a continuación.
Evolución de la lencería masculina con el paso de los años
Los primeros registros que existen de la lencería masculina datan de hace 5.300 años gracias a un cuerpo momificado encontrado en los Alpes en el año 1991, el cual lucía una especie de taparrabos elaborado a base de piel de cabra.
Las civilizaciones antiguas también lucían este tipo de prendas. En el Antiguo Egipto, se puede asegurar que, tenían prendas interiores. Es posible dado que la momia del faraón Tutankamón, el cual vivió a lo largo del siglo XIV a.C., fue encontrada con una pieza elaborada a base de lino que se asemeja a una especie de pañal.
También los antiguos griegos vestían prendas similares y es posible esta verificación gracias a escritos de autores de la época, como el clásico Homero, escritor de la Ilíada y la Odisea.
Los romanos normalizaron el uso de prendas interiores. Estos vestían bajo sus túnicas una pieza similar a la encontrada en el cuerpo de Tutankamón, la cual se sujetaba con una especie de cinturón.
En la Edad Media podemos encontrar lo que está considerada como primera industria textil, la cual apareció tras la desoladora peste negra que asoló muchos países de lo que hoy se conoce como Europa. Y es que, tras este oscuro capítulo en la historia, se precisó de una mejora en la higiene, para evitar la propagación de enfermedades, así como la necesidad, por parte de los grupos sociales más elevados, de mostrar su posición a simple vista.
Debajo de las túnica y prendas superiores, se comenzaron a lucir, para garantizar la comodidad de los usuarios, piezas que se conocían como “culottes”, que no eran más que unos calzones largos.
Pero no fue hasta el siglo XX cuando las prendas interiores, tanto masculinas como femeninas, comenzaron a hacerse más cómodas, adaptándose, una vez más, a la moda del momento.
En los años 20 y 30, la ropa interior masculina se elaboraba a base de muselina. También en esta época comenzaron a aparecer los primeros modelos de boxer, diferenciándolos de los calzones largos originales. Por aquel entonces, estas prendas llegaban a la altura del muslo.
Esta época está caracterizada por la existencia de múltiples opciones, ya que comenzaron a introducirse en el mercado los conocidos como “Jockeys”, aquellos que disponían de una bragueta en la parte central delantera. Además, también fue el momento en el que aparecieron los primeros slips, concretamente en el año 1934.
En la actualidad, son múltiples las opciones disponibles en el mercado, tanto las últimas mencionadas, como modelos más innovadores y minúsculos, como los tangas masculinos. Y es que, existen diseños para todos los gustos y necesidades, tan solo tienes que encontrar cuál se adapta mejor a ti y a tu comodidad.
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