Dormir para estar más bella

Siempre se ha dicho que cuando dormimos bien lucimos mucho mejor, no solo más descansados, sino que nuestra piel es más luminosa y parece más cuidada.

Y ahora existe un estudio que lo avala, realizado por el Karolinska Institute de Estocolmo, donde se compararon imágenes de personas de entre 18 y 31 años en momentos en los que habían dormido adecuadamente y en ocasiones en las que las horas de sueño no habían sido las necesarias, llegando a la conclusión de que aquellos que no dormías de forma adecuada, se veían, lógicamente, más cansados, además de tener peor aspecto y la salud en decadencia.

Pero, ¿por qué razón nuestra piel luce mejor cuando descansamos bien? Sigue leyendo y obtendrás la respuesta.

Efectos de un sueño reparador en la piel

En el aspecto físico, las consecuencias directas de un descanso adecuado, el cual se suele recomendar que sea de entre 7 y 8 horas, son muy reconocibles a simple vista: ojos más abiertos, piel hidratada, arrugas menos marcadas y músculos relajados.

Pero el descanso también tiene efectos beneficiosos a nivel psicológico y es que cuando descansamos bien tenemos mejor humor y somos más estables mentalmente. Además, el carácter suele ser más resistente ya que se aprende a evitar aquellos momentos de gran estrés. Todo esto deriva en una postura relajada hacia los demás, hecho ventajoso a nivel social.

Pero, ¿Qué es lo que relaciona las horas de sueño con un aspecto impecable? Todos los procesos que se llevan a cabo durante la noche, comenzando por el equilibrio hormonal.

También encontramos que la piel, durante las horas de sueño, trabaja de forma más activa en su propia regeneración, enfatizando la recuperación de la hidratación, el asentamiento de nutrientes, así como la estimulación biológica.

Además, si llevamos a cabo una rutina correcta, la piel durante esas horas estará limpia y no tendrá que enfrentarse a ningún tipo de suciedad derivada de la contaminación ambiental y de los cambios de temperatura.

Por otro lado, encontramos que la piel, mientras dormimos, también está en calma, no realiza ningún tipo de gesto y la piel se relaja, incrementando el riego sanguíneo de la zona con el fin de conseguir eliminar todas las toxinas acumuladas a lo largo del día. Asimismo, se incrementa el ritmo en el que las células se multiplican, favoreciendo la regeneración de los tejidos y acelerando el proceso de cicatrización en caso de existir cualquier tipo de herida.

Por todas estas razones, la noche es el mejor momento del día para aplicar aquellos productos cosméticos con los que queremos tratar determinadas afecciones cutáneas o simplemente hacer que ciertas impurezas desaparezcan.

¿Cuál es la forma más adecuada de dormir?

Seguro que algún día te has levantado, incluso después de haber dormido más de ocho horas, y sientes que tu cuerpo no ha descansado lo suficiente o no lo ha hecho de forma adecuada. Esto es debido a que la postura en la que dormimos afecta de forma directa a nuestro descanso.

De este modo, debemos tener en cuenta que la posición más adecuada para dormir es boca arriba, apoyando completamente la espalda. En este sentido, también sería conveniente dormir sin almohada, para conseguir que nuestra columna se mantenga totalmente recta, pero para mucha gente esto es muy incómodo, por lo que lo conveniente es elegir una almohada del grosor apropiado, evitando que la barbilla se acerque mucho al pecho.

Por último, si colocamos otra almohada debajo de las rodillas estaremos consiguiendo la postura perfecta para dormir.

Alimentación antes de dormir

Pero no solo es importante aquello que hacemos mientras dormimos, sino que debemos tener en cuenta todo aquello que llevamos a cabo antes de conciliar el sueño, como puede ser cenar.

Se aconseja, con el fin de evitar digestiones pesadas que puedan afectar de forma negativa a nuestro descanso, que procuremos eliminar las cenas abundantes de nuestra dieta, descartando del menú las grasas saturadas, las especias muy aromáticas, el ajo y las salsas, sobre todo las picantes.

Por el contrario, se aconseja que en la última comida del día se incluyan productos integrales, con el fin de facilitar el tránsito intestinal, así como distintos alimentos con alto contenido en triptófano, como las alcachofas, el chocolate, el salmón o los vegetales, ya que este aminoácido actúa de forma directa sobre el sistema nervioso y es capaz de mejorar el sueño.

¿Te das cuenta de lo importante que es tener una rutina de sueño adecuada y lo beneficiosa que es para nuestra salud? Así que ya sabes, tómate el tiempo necesario para descansar y pon en marcha la maquinaria regeneradora para levantarte en perfectas condiciones.