La baba de caracol.

Ya sabéis que soy una loca de la cosmética y los remedios naturales, justo hace unos días escribía un artículo acerca de los beneficios que nos aporta la jalea real, y si puedo siempre opto por este tipo de productos.

Pero con la baba de caracol me han surgido dudas. Llevo años leyendo y escuchando por diversos medios que se trata de una solución casi milagrosa para infinidad de afecciones o marcas de la edad, pero

¿realmente es tan increíble como nos la han querido vender?

He querido realizar un pequeño trabajo de investigación para contaros la verdad acerca de este “ingrediente milagroso” y puede que la conclusión os resulte, cuanto menos, llamativa.

Beneficios y usos recomendados de este tratamiento natural

Este ingrediente apareció en cosmética hace ya unos años con unas cualidades muy interesantes y beneficiosas para nuestra imagen e incluso también para nuestra salud.

Entre sus componentes, aseguraban que podíamos encontrar proteínas, ácido hialurónico y antioxidantes, además de una sustancia natural denominada alatoína, la cual es utilizada por los propios caracoles como regenerador.

De este modo, este curioso compuesto, dicen que puede:

• Ayudarnos a eliminar arrugas, mejorando la elasticidad y firmeza de nuestra piel, gracias a su capacidad de estimular la segregación de colágeno y elastina.
• Ayudarnos a eliminar cicatrices y marcas derivadas del acné, gracias a que estimula la renovación celular.
• Disminuir tanto las estrías como la celulitis.
• Minimizar los signos causados por un envejecimiento prematuro de la piel.

Una maravilla, ¿no crees? Eso sí, en caso de ser totalmente ciertas estas capacidades.

Desmontando el mito, ¿es realmente la baba de caracol tan efectiva como nos han hecho creer?

La realidad difiere notablemente de lo que os comentaba en el punto anterior. Pero vayamos por partes.

Para empezar, la baba de caracol sí contiene alatoína, sustancia cicatrizante, pero en absoluto se encuentra en las proporciones necesarias para aportar algún tipo de beneficio al cuerpo humano. Este componente tiene una concentración entre el 0,5 y el 2%, por lo que para ser utilizada en cosmética y conseguir los beneficios prometidos, es necesario llevar a cabo una fórmula, sintetizar este compuesto en un laboratorio. Por esta razón, la baba de caracol que encontramos en diferentes cremas en el mercado, no se trata de baba natural, sino de un gel salido de un laboratorio.

Por otro lado, se ha demostrado, a través de numerosos estudios, que los efectos de esta sustancia se aplican directamente a las células y no a la piel, como nos han hecho creer.

De este modo, encontramos que los beneficios reales que nos aporta la baba de caracol que se comercializa en el mercado son los siguientes:

• Hidratación de la piel, lo que puede llevar a frenar la aparición de estrías que aún se encuentran en la fase inicial, pero no es capaz de solucionar aquellas que ya están en nuestro cuerpo en fase avanzada.
• Ayuda a eliminar las células muertas de la piel, lo que aporta un efecto de frescura y piel limpia y renovada.
• La alantoína, tal como os comentaba, es una sustancia cicatrizante, ya que impulsa la generación de nuevas células, consiguiendo reconstruir partes dañadas de nuestra dermis. Aunque esto puede derivar en otros síntomas nada beneficiosos, como el estrés en la piel, debido a la aceleración de su actividad normal.
• Por último, es capaz de calmar determinados síntomas de nuestra piel.

¿Cómo debe ser una crema efectiva de baba de caracol?

Si queremos conseguir los mayores beneficios posibles de algún producto que utiliza este tipo de sustancia en su elaboración, debemos tener en cuenta que la baba extraída debe ser rica en ácido hialurónico, antioxidantes, polisacáridos y proteínas. Y esto se puede conseguir obteniendo el producto de una especie concreta de caracol, el caracol cryptomphalus aspersa.

Además, la extracción de esta sustancia debe hacerse de manera muy cuidadosa, con el fin de conseguir mantener todos los beneficios y no dañar en absoluto al animal.

La conclusión que he conseguido sacar de todo este análisis es que los cosméticos que incluyen baba de caracol en su receta son capaces de mejorar el aspecto de la piel, sí, pero en absoluto consiguen resultados milagrosos, no van a conseguir nunca devolver el aspecto joven a un rostro con claros signos de envejecimiento.

Y tú, ¿has probado alguna vez este famoso ungüento? Si es así, ¿qué te ha aparecido? ¿Has notado algún tipo de resultado positivo?