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La lipoescultura no-invasiva.
La liposucción (lipoescultura) siempre ha sido una de las técnicas más solicitadas en los centros de cirugía estética, pero en los últimos años han aparecido nuevos procedimientos que ofrecen resultados similares pero sin implicar los riesgos que puede conllevar una operación. Son el caso del lipoláser y la lipoescultura no-invasiva. Ambas técnicas son mínimamente invasivas, por lo que se puede conseguir muy buenos resultados, similares a los de una liposucción de forma prácticamente indolora y sin necesidad de pasar por un tedioso postoperatorio.
Entonces, ¿por qué razón no se ha desechado ya la liposucción y se apuesta al cien por cien por estos procedimientos?
La respuesta es muy sencilla, la liposucción ofrece la posibilidad de acabar con la grasa localizada del cuerpo con una intervención, mientras que en el caso de la lipoescultura no-invasiva no basta con llevar a cabo esta técnica, sino que debe ser combinada con una dieta saludable y con ejercicio. Esto no es algo negativo en absoluto, pero se debe tener en cuenta.
Otro de los datos que se debe conocer antes de entrar de lleno en la explicación de este procedimiento mínimamente invasivo es que no se lleva a cabo en clínicas de cirugía estética, puesto que no es necesario que sea realizado por personal médico, sino que las personas deben someterse a una lipoescultura no-invasiva en un centro de estética que cuente con profesionales formados en esta técnica.
Preparación previa a la intervención
El primer paso antes de llevar a cabo una lipoescultura no-invasiva es consultar con un especialista acerca de cada caso en concreto. Esta técnica es ideal para eliminar pequeños cúmulos de grasa ubicados en distintas partes del cuerpo, siendo las que más se tratan el abdomen, los glúteos y las piernas, entre otros.
Durante esta consulta, se debe realizar un examen médico en el que se pueda detectar si existe cualquier tipo de irregularidad incompatible con el tratamiento, sometiéndose a una exploración física.
Una vez se haya concretado que el paciente es apto para una lipoescultura no-invasiva, no es necesaria ningún tipo de preparación, puesto que el procedimiento no implica operación.
¿Cómo funciona el tratamiento?
Esta técnica se lleva a cabo a través de un procedimiento conocido como hidrolipoclasia, capaz de moldear distintas partes del cuerpo haciendo desaparecer la grasa focalizada y, por ende, el volumen de dicha zona.
Como comentaba, la lipoescultura no-invasiva no requiere de ningún tipo de incisión, sino que se realiza a través de la utilización de una máquina de ultrasonido que calienta, con luz roja, la zona a tratar y consigue licuar la grasa, haciendo que su posterior eliminación natural sea mucho más sencilla. Esta técnica también es sumamente efectiva para la eliminación de la celulitis.
Cada sesión dura aproximadamente unos 45 minutos y el número de sesiones necesarias para conseguir los resultados deseados depende de cada caso en concreto, de la cantidad de grasa a eliminar y de la zona a tratar, pero suele rondar entre seis y doce sesiones, más o menos.
Se trata de una técnica muy beneficiosa para el organismo, ya que es capaz de ofrecer muy buenos resultados de forma segura y efectiva, sin apenas molestias. Al no ser una operación como tal, el paciente no necesita ser anestesiado ni hospitalizado, por lo que los riesgos derivados de estos procesos no existen en la lipoescultura no-invasiva.
Recuperación
En este punto se suele hablar del postoperatorio, pero en este caso no me ha parecido correcto utilizar ese término, puesto que al no tratarse de una operación como tal, la recuperación es mucho más sencilla y no implica tantos cuidados como un tratamiento invasivo.
Una vez terminada la sesión de lipoescultura, es normal que el paciente sienta sed y ganas de orinar, algo normal tras la exposición al láser.
Con el fin de conseguir los resultados deseados en el mínimo tiempo posible y sin apenas molestias, se recomienda utilizar una faja o un elemento compresivo en la zona tratada durante las dos primeras semanas posteriores a la lipoescultura no-invasiva. Esto no supondrá ningún cambio en la vida del paciente, quien podrá, inmediatamente, volver a la rutina y restablecer por completo su rutina a los dos o tres días.
Como ves, se trata de una técnica capaz de ofrecer grandes resultados con un riesgo mínimo y sin molestias apenas. Si quieres conocer más a fondo este procedimiento o, incluso, si te decides a someterte al mismo, lo primero que debes hacer es ponerte en contacto con un experto en el campo, para que pueda estudiar tu caso en concreto y analizar si sería posible llevar a cabo una lipoescultura no-invasiva.
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