Los beneficios del spa.

¡Como me gusta el SPA!. Una de las mejores formas de desconectar, de dedicarte un tiempo para ti, para tus cuidados o, incluso, de pasar un momento divertido e íntimo con tu pareja es acudiendo a un spa.

Pero no solo es un modo de desconexión y reseteo, acudir a un spa puede aportarnos multitud de beneficios, tanto físicos como psicológicos y es necesario que los conozcas para que puedas aprovecharlos.

Tratamientos más comunes que puedes recibir en un spa

Un spa se compone de diferentes actividades relajantes, así como de numerosos tratamientos y terapias que consiguen que salgas del centro totalmente renovado.

Entre las actividades más comunes podemos encontrar los baños en piscinas y jacuzzis, en duchas escocesas o la eliminación de toxinas gracias a los baños turcos y saunas. La combinación de todos estos elementos se conoce como circuito spa y nos otorga un cuidado completo y una relajación total, tanto de nuestro cuerpo, como de nuestra mente.

También podemos recibir otro tipo de tratamientos que rematarán nuestra visita a un spa como pueden ser los diversos tipos de masajes que ofrecen, así como limpiezas faciales u otros procedimientos más específicos.

Mente sana in corpore sano, beneficios físicos del spa

Completar un circuito spa o, simplemente, disfrutar de un rato de desconexión en cualquiera de los elementos previamente mencionados, ayudará a que tus músculos se relajen lo que ayudará a que las dolencias en determinadas zonas del cuerpo desaparezcan, así como contracturas u otros problemas musculares, incrementando la flexibilidad de estos.

También es posible calmar o al menos aminorar ciertos dolores en las articulaciones. Todo esto se consigue gracias al efecto antiinflamatorio que tienen estas actividades.

También favorecen otro tipo de funciones de nuestro organismo, tales como la circulación sanguínea, el sistema digestivo o la respiración. Además de estimular el sistema inmunológico y acelerar el metabolismo.

Acudir a un spa es una buena cura contra el insomnio y evita problemas tales como la hipertensión.

Pero los beneficios físicos de un spa no se basan únicamente en temas de salud, sino que además nos ayuda a vernos mejor y a mejorar nuestro aspecto físico.

Este tipo de tratamientos ayudan a eliminar la suciedad más profunda de nuestra piel y a hidratarla en profundidad.

También se realizan ciertos tratamientos más específicos, como puede ser una exfoliación, tanto en el rostro, como en otras zonas del cuerpo, con el fin de eliminar todas las células muertas de nuestra dermis.

Todo ello ayuda a frenar el envejecimiento de la piel, incluso consigue disminuir los signos de la celulitis. Del mismo modo, es beneficioso contra la retención de líquidos y ayuda a lucir un cuerpo tonificado, nutrido e hidratado.

Como ya os comentaba, existen determinados tratamientos que nos ayudan a eliminar las toxinas de nuestro organismo. El cuerpo humano está sometido a dos tipos de toxinas, aquellas que aparecen por agentes externos, como ciertos alimentos, medicamentos, químicos, o sustancias más dañinas como el tabaco, el alcohol o la propia contaminación ambiental. Otras toxinas son generadas por nuestro propio cuerpo.

Pero no te preocupes, todas ellas se pueden eliminar y la mejor forma de conseguirlo es a través de ciertos procedimientos que podemos llevar a cabo en un spa, como puede ser la ya mencionada exfoliación corporal, una limpieza facial en profundidad, baños turcos o saunas o determinados tratamientos más concretos.

Recompensa, a nivel psicológico, de acudir a un centro de relajación

Pero un spa no es solo beneficioso para nuestro cuerpo, también nos ayuda a aliviar ciertos problemas a nivel psicológico, como el estrés, gracias a que nos permite aislarnos del exterior, a centrarnos en nosotros mismos y a evadirnos de la rutina y de los problemas de nuestro día a día.

Visitar, de modo puntual o bien de manera periódica, un spa nos permite resetear y acumular la energía necesaria para seguir llevando a cabo todas nuestras actividades y labores. Asimismo, incrementa la energía mental.

Como mencionaba en el punto anterior, los tratamientos que podemos solicitar en un spa nos ayudan a vernos mejor lo que de forma indirecta nos permite incrementar nuestra autoestima.

También mejorará nuestro carácter. ¿Alguna vez has salido de un spa enfadado o de mal humor? Resulta casi imposible que esto suceda.

Además, es un buen plan para compartir con tu pareja, ayudará a fortalecer vuestra relación, a relajaros juntos y a disfrutar de un buen rato los dos solos.

No sé a vosotros, pero a mí me están entrando unas ganas locas de acudir a un circuito spa o pedir una sesión de cuidado y masaje completa. ¿A ti también te ha ocurrido?